Texto e imagen: María Rodríguez
Guanajuato, Gto.- De colores se pintó el primer cuadro de la ciudad de Guanajuato con la llegada de “El Día de las Flores”, una de las fiestas más arraigadas y emblemáticas para los capitalinos.
El Día de Las Flores es una tradición de varios años de antigüedad, que tiene su origen en la celebración de Viernes de Dolores con un carácter religioso y que destaca por la elaboración de coloridos altares en honor a la Virgen de Los Dolores, en los que uno de los principales elementos empleados son, precisamente, flores.
Esta celebración está muy arraigada entre los habitantes de Guanajuato capital y este día resulta de especial importancia, tanto en lo social como en lo económico, además de que significa el inicio de la Semana Mayor “Semana Santa”.
Y tal como lo marca la tradición, cada año en esta fecha desde el jueves previo al Viernes de Dolores el centro histórico de esta ciudad se llena de puestos en los que se oferta una gran variedad de artículos elaborados artesanalmente en los que el material principal son los cascarones de huevo, fieltro, foami y cartón que son elaborados con mucha creatividad recreando a personajes de caricaturas, históricos, animales, etc. que son de agrado de toda la población, sobre todo de los niños.
Vale la pena recordar que esta fiesta quedó pospuesta por dos años consecutivos, 2020 y 2021 debido a la pandemia de COVID-19 y, aunque, se retomó en el 2022 no tuvo gran fuerza ya que la población no se había recuperado plenamente del embate emocional y económico que la contingencia sanitaria ocasionó a nivel global.
Sin embargo, destaca en este 2023 la gran cantidad de personas, tanto vendedores como ciudadanos y turistas que se dieron cita en las calles principales y plazas públicas de Guanajuato capital para ser parte del Día de las Flores y el Viernes de Dolores, tanto que la calle Sopeña, Plaza de la Paz y Jardín Unión se convirtieron en un río de gente aglutinada que hacían totalmente difícil caminar.
La gran cantidad de gente, de todas las edades y niveles sociales, que sale a disfrutar de estas festividades son, también, parte importante de la fiesta, la historia y la tradición que, aunque sólo dura un día, se caracteriza por atraer a miles de personas.
Tradicional “baño de pueblo”
Destacable es que, con los primeros rayos de sol que bañaron la cañada comenzó el desfile en el Jardín Unión de figuras públicas, como políticos y funcionarios públicos de gobierno del estado y del municipio de Guanajuato que acudieron a regalar flores y nieve para establecer cercanía con los guanajuatenses de “a pie”.
Aparición estelar fue la de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador del estado de Guanajuato, quien acompañado por la presidenta del DIF Estatal Adriana Ramírez (esposa) y sus hijas recorrieron el Jardín Unión y plazas aledañas como El Baratillo rumbo hacia el Palacio Museo de Los Tres Poderes; trayecto en el que también estuvo el alcalde capitalino Alejandro Navarro Saldaña, el secretario de Salud Daniel Díaz Martínez, secretario del Migrante Juan Hernández, la secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato Sophia Huett, la directora estatal del Instituto de Cultura Adriana Camarena, entre otras figuras públicas que regalaron flores y mantuvieron contacto cercano con la población que a su paso los encontró.
En tanto que, desde temprana hora, el centro histórico se convirtió en una verdadera verbena popular en donde se pudo disfrutar de una amplia variedad de alimentos, destacando los antojitos mexicanos, bebidas, botanas, dulces típicos y, desde luego, figuras y canastas elaboradas a base de cascaron de huevo, entre otros artículos como plantas de ornato, etc.
Una vez más Guanajuato capital deleitó con sus alegres e históricas tradiciones a los capitalinos y también a una gran cantidad de turistas que llegaron a esta ciudad, casi, especialmente a vivir la fiesta que significa el Día de Las Flores y el Viernes de Dolores.
El DATO
De acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica, la devoción a la Virgen de los Dolores se remonta al siglo XVII. Aunque la tradición de celebrar el sexto viernes de Cuaresma a la Virgen de los Dolores data del año 1727 y fue el Papa Benedicto XIII quien así lo designo luego de algunos cambios en la fecha y desde entonces así ha sido un viernes antes del Domingo de Ramos.