Texto a imagen: Fabián Mendizábal
León, Gto. Las funerarias del municipio de León han trabajado a tope durante las últimas dos semanas, con más de 30 cremaciones diarias, luego de que Guanajuato registró cifras récord de personas fallecidas a causa del COVID-19.
Christian Ureña, director de Grupo Ureña Funerarios y presidente de la Asociación de Funerarios de León, explicó que los ocho hornos de inhumación del municipio trabajan al 100 por ciento de su capacidad; al menos en su empresa, se incineran hasta 31 cuerpos diariamente.
“Estamos ahorita trabajando al 100 por ciento y estamos al tope. Estamos al borde de que esto pueda salirse de control (…) Estamos trabajando 24 horas en los siete días de la semana, cremando 30 cadáveres diarios y es excesiva la cantidad de trabajo que hay”, comentó.
Ureña, quien pertenece a una familia de funerarios con décadas de experiencia, coincidió con su padre en la magnitud de la situación que ha traído la pandemia. Ambos coincidieron en que “nunca habían visto algo similar”.
Según sus predicciones, por las fiestas decembrinas y arranque de enero, todavía se vivirán días con altos números de personas fallecidas por el virus, aunque espera que durante el mes de febrero disminuya la demanda de servicios de cremación.
“Nosotros tenemos, afortunadamente, un control todavía, pues tenemos cremaciones y sacamos la chamba, hasta inhumaciones y hay lugares donde tienen escasez de ataúdes, así como de urnas en Ciudad de México”, comentó al tiempo de advertir que, de mantener este ritmo de contagios y defunciones, podría existir un colapso en el sector.
Finalmente, Ureña advirtió de la existencia de funerarias no reguladas que han aprovechado la demanda del servicio para ofrecer velatorios sin las medidas sanitarias estipuladas por el sector salud y a precios por encima del promedio. Aseguró que este tipo de establecimientos se encuentran al exterior del Hospital General y la Clínica T58 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).