Por: Alicia Arias
León, Gto. Ante la escasez de hisopos en el mercado mundial. El empresario leonés Jorge García, comenzó a producirlos luego de que personal de la Secretaria de Salud de Guanajuato (SSG) le planteó el reto. Él no se lo pensó dos veces y buscó hasta encontrar la manera de fabricarlos en la técnica 3D.
Los hisopos son los instrumentos que se utilizan para realizar las pruebas de COVID-19 y se introducen por la nariz.
Debido a la demanda mundial de hisopos, éstos escasearon en todo el planeta y el estado de Guanajuato no fue la excepción. En varios países comenzaron a producirlos con la técnica de la impresión 3D para poder seguir realizando las pruebas de coronovavirus..
Esa información llegó a personal de la SSG que tenía conocimiento de que en el módulo Creativika de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de León había alguien que hacía impresión en 3D, y fue así que se acercaron a Jorge García, de la empresa Soluciones Médicas Vitalcorp y miembro del Consejo de Innovación de Canacintra.
Soluciones Médicas Vitalcorp cuenta con un área de investigación llamada MCS-ADEN y fue ahí donde desarrollaron los hisopos que ahora surten a la secretaria de salud del gobierno del estado.
Fue a finales de marzo cuando la directora del Laboratorio Estatal de Salud Pública, Rosario Sánchez, habló con el empresario para preguntarle si podía hacer los hisopos nasofaríngeos. Jorge tomó el reto y comenzó a investigar hasta decidirse por hacer una alianza con una universidad del estado de Florida en Estados Unidos.
La universidad ya contaba con un hisopo autorizado por la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, la Food & Drug Administration (FDA), así que el empresario leonés se acercó a la universidad, negoció y firmó un contrato que le permite producirlos en la ciudad de León.
Pasaron cinco semanas desde que lo contactaron del laboratorio hasta que pudo producir los hisopos para el uso de la se secretaría de salud porque tuvieron que hacerse pruebas, ajustes de altura, zona de corte, etc., hasta al llegar al diseño que pedía el laboratorio; luego vino la fase de pruebas médicas que duró 15 días en el laboratorio hasta cumplir las certificaciones y tener “luz verde” para su fabricación.
Producciones pequeñas para grandes volúmenes
La impresión en 3D no está diseñada para grandes volúmenes, más bien se utiliza para estereotipado, explicó Jorge García, pero haciendo pequeñas producciones se alcanza el volumen requerido.
Actualmente produce 300 hisopos por día mediante un proceso que es muy tardado, pues hacer una serie requiere de alrededor de 12 horas; así es que para dar una respuesta rápida a la SSG tuvo que invertir en la adquisición de más máquinas y contratación de personal.
La materia prima, que consisten en resinas, la importa de Estados Unidos porque en el mercado nacional no se encuentra con la misma calidad.
Hoy en día, Jorge García también produce hisopos para otras instituciones que se encuentran fuera del estado, como laboratorios y hospitales, y está convencido de que optó por la mejor opción: hacer alianza con otra institución porque hacer ingeniería inversa “no hubiera dado el tiempo”.
Los hisopos nasofaríngeos en 3D
Jorge García fabrica los hisopos con la tecnología 3D por estereolitografía, un proceso en el cual se convierte, con un láser, un foto-polímero liquido en plástico sólido y se va haciendo capa por capa. Cada capa es diferente y un modelo 3D se produce sobre una placa perforada en el baño de foto-polímero.
La estereolitografía pertenece a una familia de tecnologías de fabricación aditiva conocida como fotopolimerización en tanque. Estas máquinas se basan en el mismo principio, el de usar una fuente de luz (un láser o proyector) para curar resina líquida y transformarla en plástico endurecido.